¡Feliz año!

Ha terminado un año más para el Colectivo SiCLas y hacemos un pequeño receso en nuestra principal actividad, la SiCLeada de los miércoles, para recargar las energías y planificar lo que será el 2018.

Para los que han vuelto a pedalear la ciudad, sus calles y carreras, los que han vuelto a habitar los lugares comunes en horas de la noche, que por ser tantos el miedo se disipa, se olvida, se vuelve sorpresa, y es en ese justo momento donde aparece la alegría, la felicidad; existen maneras para medir la felicidad, desde la simple contemplación de lugares nuevos, hasta el grito de euforia del ¡YEAAAAH!

Para esto queremos dejar dos razones por las que recomendamos seguir pedaleando con la SiCLeada:

  1. Desde el sentido social, el simple hecho de movilizarnos con amigos, conocidos y extraños cada ocho días. Salir con la SiCLeada nos permite descubrir o redescubrir nuevas calles, esquinas, rincones, tiendas, parques; se ve mucho que los asistentes se detienen para saludar a un amigo, alguien en algún momento es reconocido desde un balcón. Es una felicidad doble porque los que observan se vuelven espectadores activos de una multitud feliz con algo en común, la bici, y se ven contagiados.
  2. Desde el sentido emocional y físico, la SiCLeada traza recorridos que ayudan a fortalecer la parte física. Imagínese pedalear de Medellín a Sabaneta o Medellín San Cristóbal ida y vuelta; son muchas calorías que se queman, no es una competencia y cada uno lleva su propio ritmo; sumémosle a esto la liberación de ansiedad, preocupaciones y estrés, para llegar al bienestar, a la felicidad.

Para muchos la SiCLeada ha cambiado, unos dicen que para bien, otros dicen que para mal (“que falta más educación, que los accidentes por los que hacen piques, que fuman mucho, que siempre son las mismas rutas”). Creemos que ver las cosas buenas siempre nos va a costar más y puedo decir que la SiCLeada se ha mantenido por el esfuerzo y compromiso de la logística (todos los que de manera voluntaria participan), los jóvenes, los señores y hasta don Carlos, que es un adulto con espíritu de joven y es el encargado de aguantar a los amigables y los no tan amigables conductores de motos y carros en la parte de atrás que llamamos “cola”; y también de Mauro, que sigue apostándole al 100%.

Por otro lado, vemos una administración con sus dependencias que promete y no cumple: ¿cuántos kilómetros de ciclorrutas se tendrían que entregar para este 2017? ¿Será que les alcanza el 2018? Seguiremos haciendo la tarea de velar que los recursos prometidos para la ciclocaminabilidad de la ciudad se inviertan bien.

Divertirse es gratis y eso no se lo pueden quitar a los que recorren la ciudad, unos con bicicletas que nunca les hacen mantenimiento y hasta los que la cuidan más que a la… ¡a todos ellos los esperamos! Así decimos adiós al 2017 y damos paso a la llegada de otro año: ¡el 2018! Esperamos en el nuevo año seguir contando con toda la buena vibra que los caracteriza.

Por biciactivista @SiCLas:

@rastabernar – Licenciado en teatro. Activista cultural en bicicleta y apasionado por los deportes urbanos de nuevas tendencias.

Un comentario en «¡Feliz año!»

  1. Felicitaciones por la labor que desempeñan en pro del espíritu ciclonáutico, pues así poco a poco se puede ir mejorando el aire de la ciudad, a pesar de que los gobernantes, empresarios, negociantes y dueños del mundo no muestran interés alguno.

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